domingo, 12 de diciembre de 2010

Racconto

Ya estamos a 12 de diciembre, y otra vez se me pasó el año rapidísimo, se me escapó, diría. Me llegaron los 20, terminé primero de la facu, me cambié a un departamento (igual es para el año que viene, ahora sigo en casa), y terminé de definir las cuestiones vocacionales que me venian escarbando desde hace 3 años por lo menos.

Me quedé en Medicina, y me tomé las cosas mucho más tranqui. Ahora, la paz de la certeza, hasta nuevo aviso.

Una de las cosas que me di cuenta en ese proceso es que la duda surge cuando nos sentimos amenazados. Si perdemos la comodidad y sufrimos, el pensamiento más común que surge es "esto no es lo mío", pero hay que seguir, a veces vale la pena el esfuerzo.

Aveces me preocupa...preocuparme demasiado. Me angustia el hecho de perderme cosas, de no aprovechar el tiempo, de desaprovechar experiencias. Lo cual supongo es natural, tengo 20, quiero hacer de todo y lo quiero ya mismo.

Pero preocuparse por cosas mundanas es mear fuera del tarro, eso es una de las cosas más importantes que aprendí en este último tiempo. Hay que querer más, y preocuparse menos. El resto son detalles.


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